25 ene 2010

Save the elephant

Las generosas orejas de los elefantes que hoy campan a sus anchas (por decir algo) por Tanzania y Zambia tiemblan ante la que se les viene encima. Tras ver reducida su familia paquiderma a lo largo de las últimas décadas por la desafortunada y avariciosa acción humana, habían conseguido algo de oxígeno con la restricción de su caza. Ahora, tras años de lucha por su protección, estos dos países africanos se plantean la posibilidad de reabrir el comercio de marfil con un único objetivo: dinero.

El diario The Independent publica un artículo sobre la intención de ambos estados de reabrir la permisión de cazar estos grandes mamíferos, que se encuentran en peligro de extinción. De ello se debatirá el próximo de marzo en la Convention on International Trade in Endangered Species of Wild Fauna and Flora (CITES).

Cuando me cuesta imaginar cómo una persona es capaz de matar a uno de estos animales, me encuentro en la red con páginas web que pertenecen a empresas organizadoras de ¡safaris de caza! Qué ven mis ojos... Pues este tipo de barbaridades, por ejemplo:

www.shakawasafaris.com. Aquí ofrecen "trofeos de calidad y de especies como el kudú grande del sur, impala, antílope acuático, ñu azul, alcéfalo, blesbok, klipringer, bushbuck del Limpopo, el precioso niala y el enorme eland del Cabo". Incluso hay colgadas desgarradoras fotografías de los animales abatidos en el momento de su sentencia de muerte, como leones, búfalos e hipopótamos.

www.umvagazi.com. Sin palabras. Aquí hay muestras caza mayor de, entre otros, leopardos y elefantes, en Zimbawe, Tanzania, Namibia y Sudáfrica.


También hay revistas especializadas en sangrías exóticas:
www.cazaysafaris.com. Se regodea con espeluznantes titulares como "La muerte a mis pies".

Me quedo helada.

2 comentarios:

Paco Nadal dijo...

Hola Verónica. Yo también me quedo helado viendo estas cosas. Puedo entender la caza cuando se trata de controlar una superpoblación que a la larga puede ser incluso más dañina que beneficiosa para el entorno (creo que en Botswana ya empieza a haber un problema por el exceso de elefantes). Pero nunca entenderé la caza como deporte o como actividad de ocio. Un abrazo.

Verónica Rodríguez dijo...

Paco, gracias por tu comentario. Disfruta tu viaje por Sudáfrica. Un abrazo