Siempre nos ha fascinado intentar averiguar cómo empezamos a comunicarnos tal y como lo hacemos hoy. Múltiples son las teorías que se intentan arrebatar para sí la razón total de cuándo y por qué se nos ocurrió un lenguaje articulado en palabras. Sea como fuere, sin el cambio fisiológico de nuestras gargantas, todavía seguiríamos diciendo "Uh Uh" o "UhUh ahaaaahaa Oh Oh Oh".
Además, me pregunto si, por ejemplo, los chimpancés de distintas partes del mundo se pueden entender a la primera o tienen idiomas locales mutuamente ininteligibles.
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